UNACUARTILLA

Si una sola flor

toda una cuartilla en oda,

toda una cuartilla de alabanzas merece,

¿Cuántos poemas mereces tú

qué eres la más bella de las creaciones?

¿Cuántas palabras debo escribir sobre ti, 

si ni uno solo de mis escritos

se compara con el alivio

de la cálida compañía que es tu presencia?

Oh, ¿Cuán sensible puede ser,

un alma, a los encantos de una mujer?

De tus ojos mil poemas he de escribir,

de esos bellos negros ojos

que en tan dulce mirar desembocan. 

De pronto,

llega a mí el arrepentimiento,

el destino de todo amante apasionado:

nada de lo que te he escrito 

es digno de ser leído,

son sólo torpes intentos

de plasmar tu bello ser.

Dame tú perdón

mi bella flor, 

perdona este escrito

y todos los que han de venir,

pues tú eres el tema amado de mis fantasías

y siempre te sueño, cada noche,

sueño tu mirada fija y tú sonrisa,

tus locuras, tus bromas, tu pasado

que me contabas a trozos,

tu voz liviana jugueteando en el viento,

te sueño así como eres, liviana, 

y es que eres tan libre

que me tienes aquí preso, demente,

soñándote a la distancia.