AYER
Ayer soñé que eras feliz
junto a mí:
soñé con tu cabello disperso
chino de a tiempos,
formando ríos por tu cuello,
ave de tu guardia,
que con sus plumas gachas descansa;
busqué tu piel aterciopelada
y el calor de tu aliento sobre mi piel
cuando desperté
al descubrir mi ropa toda sudada.
Mi demonio es una niña dulce,
que me visita de noche
y me hace buscar entre la sombra
para no sentir que enloquezco a solas;
que ayer me mordió los labios en silencio
con sus piernas sobre mi pecho
y luego con su mano tomando mi cinturón
susurró mi nombre cerca de mi oreja
en la noche oscura;
que ayer le recorrí su cintura;
que ayer busqué mi alma en ella
como si robádomela hubiera
rompiendo la costura
de su camisón con encaje;
que ayer le sentí su trasero con mi palma
y usando la suya golpeó mi cara;
que ayer la vi a los ojos saltones y grandes
...y sonrió.
Ayer te soñé
y otra vez no estabas ahí muñeca,
y me decepcioné
como si nunca lo hicieras.
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